Las pastas son en rigor “al dente”, esto es, cocidas para estar lo suficientemente firmes para ser agradables al comer.
Para los amantes de lo italiano (casi al 100% de los occidentales nos ilusiona), encontrar un establecimiento así, con cocina casera pura (que seguramente le enseñara a preparar la madre al cocinero Alessandro), es una auténtica delicia. Aquí el producto sobrepasa lo bueno, la calidad se nota de inmediato (el chef sostiene que no hay que conformarse con lo mediocre, pudiendo tener lo mejor y trabajar menos). Las pastas son en rigor “al dente”, esto es, cocidas para estar lo suficientemente firmes para ser agradables al comer. La variedad de quesos, embutidos y vinos de Italia es maravillosa. Pruebe los carpaccios; el jamón ibérico de bellota con mozzarella de búfala; las pastas rellenas de pera y queso con chips de parmigiano reggiano.
¡Buen apetito!
Guía qué bueno