Cocina española, pescado y marisco fresco, carnes a la brasa
Están los restaurantes alojados en el “nubarrón” (de nuestra memoria) y los que nunca fallan para nuestro propósito de comer-comer. El de Alejandro Gil pertenece al segundo grupo y con Cantabria presente en un ideario gastronómico que se plasma día a día con sabor sin “peros”: desde las alcachofas con jamón, para ‘atacar’ con apetito en la agradable terraza, a los asados, incluidos los de cordero y cochinillo. El otro apartado, el de los pescados y mariscos que llegan directamente del Norte, no espera ante dubitativos; bacalao, lenguado, merluza, ventresca de atún… configura una carta en la que “la mano del chef” nos lleva en volandas a la placidez de mesa y mantel. ¿Y qué decir de la crema campurriana del postre?.
¡Buen apetito!
Guía qué bueno