Es el predilecto de los nórdicos europeos y un dilecto asador de los grancanarios.
Desde 1969. Es parte infaltable de la historia de la restauración moderna de la capital, con una enorme clientela local y europea que lo reverencia. De hecho, gente del mundo empresarial, de la cultura, la farándula y la política lo visitan, primero, porque saben hacer las carnes rioplatenses como ninguno, y segundo por su atmósfera cálida e intimista. Huele sutilmente a leña y asado e incita a una buena bebida. Empanadillas, chorizos parrilleros, mollejas, riñones, hígado es lo suyo, en carnes hay bife ancho, entrecot de cuadril, vacío… Parrillada gaucha o de novillo que se puede acompañar de distintas guarniciones. Postres: Don Carlos; panqueque; dulce de leche. Permita la sugerencia del vino.
¡Buen apetito!
Guía qué bueno